Etiquetando el gluten

El gluten es una fracción proteínica presente en cereales como el trigocenteno o cebada (especies Triticum), aunque por contaminación cruzada se puede encontrar también en la avena. Esta proteína es la desencadenante de la sintomatología en las personas que sufren celiaquía, enfermedad de base inmunológica.

Para saber si un producto contiene gluten, debemos mirar siempre su lista de Ingredientes, donde el cereal en cuestión estará indicado con una tipografía diferente, y voluntariamente se añadirá la palabra gluten, como, por ejemplo: harina de trigo (gluten).

La información sobre el gluten de un producto debe de facilitarse al consumidor antes de su compra, ya sea mediante etiquetado o bien por internet si la venta es a distancia, en carteles si la venta es a granel, etc.

El Reglamento nº 828/2014 aprueba las menciones “SIN GLUTEN” y “MUY BAJO EN GLUTEN” para usar en los productos alimentarios. Las vamos a analizar con más detenimiento:

SIN GLUTEN: cuando el producto contenga menos de 20 mg gluten/kg de producto final. Solo podrá usarse si existen otros alimentos de la misma categoría que sí lleven gluten, como salsas, embutidos, etc.

MUY BAJO EN GLUTEN: solo podrá usarse en alimentos que contengan alguno de los cereales mencionados anteriormente, pero que se hayan elaborado específicamente para disminuir su contenido en gluten (máx. 100 mg/kg de producto final).

En caso de complementos alimenticios, como existen productos dentro de la categoría que llevan gluten, se podría usar la mención, pero siempre demostrando que esta es verídica y facilitando la comprensión al consumidor.